En la espesura humeante de la selva boliviana, una familia recolecta los cascarones podridos de los árboles de almendra gigantes. Con sus propias manos, extraen las nueces que contienen las almendras destinadas a las tiendas gourmet en todo el mundo. Edgar debe transportarlas en su antiguo camión hacia una planta procesadora lo más rápido posible. Al igual que él, Ramiro carga con otro de los tesoros saqueados del bosque: la madera. El camino podría ser un paseo saludable, pero en Bolivia, la constante matanza de la selva está perturbando el ecosistema y creando desequilibrios climáticos sin precedentes. Lluvias excepcionales toman por sorpresa a los dos conductores, y los ríos de la Amazonía inundan millones de hectáreas. La carretera principal hacia la capital, La Paz, se encuentra bajo el agua. En pocos días, el país se divide en dos y más de 100.000 personas resultan afectadas.